Al preparar su viaje a Turquía, un destino imprescindible en su itinerario debería ser la encantadora ciudad de Hierápolis. Imagínese adentrándose en un reino donde cada piedra y cada sendero susurra historias de tiempos antiguos, creando una atmósfera emocionante. Es como recorrer las páginas de la historia, donde la grandeza del pasado le envuelve en su majestuoso abrazo.
Ahora, hablemos de cómo hacer que tu viaje sea perfecto y placentero. Hemos recopilado meticulosamente todos los consejos y sugerencias de nuestra reciente visita a Hierápolis para garantizarlo. Queremos compartir esta valiosa información contigo para que tu experiencia de viaje sea lo más fluida y satisfactoria posible.
Estás explorando la antigua ciudad de Hierápolis, un importante sitio religioso y cultural en el suroeste de Turquía. Imagina pasear por sus ruinas históricas en Pamukkale. Este lugar, antaño un centro de culto dedicado a Cibeles, posee una rica historia que se remonta a la Edad del Hierro.
Imagine un templo frigio dedicado a la diosa madre Cibeles, construido en el siglo VII a. C. Inicialmente, las comunidades locales veneraban aquí a sus dioses. Pero con la llegada de los griegos, introdujeron cambios, fusionando la cultura y las prácticas religiosas locales con las suyas. Bajo el dominio frigio, esta zona se consideraba conectada con el inframundo, una creencia que persistió durante las épocas griega y romana. Los griegos incluso vincularon este templo con el Hades, conocido como Plutón, en la mitología romana.
Avanzamos rápidamente hasta el siglo II a. C.: Hierápolis se transforma en una ciudad vibrante bajo el Imperio seléucida. El emperador Antíoco el Grande introduce a 2000 familias judías en la zona, lo que desencadena una importante migración judía a Hierápolis.
A medida que avanzamos en la cronología hasta el siglo I d. C., imaginamos la transición de la ciudad al cristianismo. Se establece una iglesia aquí mismo, en Hierápolis. Sin embargo, este período también fue testigo de terremotos devastadores, el último de los cuales, en el año 60 d. C., destruyó la ciudad. Pero la resiliencia del pueblo prevalece, y Hierápolis es reconstruida.
Durante siglos, hasta el siglo XII, el Imperio Bizantino gobernó la ciudad. Continúa siendo un centro religioso esencial, repleta de basílicas e incluso albergando la tumba del apóstol Pablo. Pero a principios del siglo XII, se produce un cambio de poder. Los turcos selyúcidas tomaron el poder brevemente, seguidos por los cruzados en 1190. Poco después de la conquista de los cruzados, se produce un acontecimiento significativo: Hierápolis es abandonada, dejando tras de sí los ecos de su rica y diversa historia para que usted los descubra.
Cuando visites Hierápolis, tendrás tres opciones de entrada:
En cada una de estas entradas encontrarás taquillas para tu comodidad.
Si viajas en grupo, no deberías preocuparte por esto. Pero si viajas solo, como quienes tienen coche, la Entrada Sur es tu mejor opción. Puede que te lleve un minuto encontrarla, pero pagar 20 liras por aparcar es un precio módico por la tranquilidad de saber que tu coche de alquiler está seguro.
Al planificar una visita a Hierápolis-Pamukkale, es importante conocer el horario de apertura, ya que varía según la temporada. En verano, se puede entrar por la puerta sur a las 6:30 h y permanecer hasta las 21:00 h. Sin embargo, en invierno el horario varía según el clima, así que conviene consultarlo antes de la visita. Por ejemplo, en el invierno de 2023, el horario de apertura fue de 6:30 h a 18:00 h.
Su entrada le da acceso a la antigua ciudad de Hierápolis y a los travertinos de Pamukkale. A partir de febrero de 2023, la entrada cuesta 200 liras para adultos y niños mayores de 6 años, y el aparcamiento tiene un coste adicional de 20 liras.
Considera el Pase para Museos Turcos para explorar más de Turquía. Con un precio de 1000 liras desde febrero de 2023, este pase te permite acceder a Hierápolis-Pamukkale y a 300 museos y sitios arqueológicos de todo el país. Además, te ofrece la comodidad de saltarte la fila de entrada.
Mientras exploras Hierápolis, presta mucha atención a estos lugares notables:
Imagina entrar en una próspera ciudad romana, famosa en la antigüedad por sus aguas termales y su importancia religiosa. Hierápolis, con su rica historia, presume de una infraestructura consolidada. Caminarás por una calle que antaño fue el corazón de la vida comercial y social de la ciudad. Esta calle, de 1,2 kilómetros de longitud y en un estado de conservación excepcional, te invita a retroceder en el tiempo.
A la entrada de la ciudad se alzan las Puertas de Hierápolis. Estos arcos monumentales son maravillas arquitectónicas y poseen un importante valor religioso y cultural. Las aguas termales de la ciudad, a las que se les atribuían propiedades curativas, eran sagradas. Hierápolis se convirtió en un imán para peregrinos de diversas civilizaciones antiguas. Hoy, al pasear por las ruinas, quedará maravillado por la increíble conservación de la calle Mayor y las antiguas puertas de la ciudad. Estos vestigios iluminan el rico patrimonio cultural y la historia arquitectónica de la ciudad.
Esta puerta, llamada así en honor al emperador romano Domiciano, servía como entrada principal a la ciudad desde el sur. Destaca por sus espléndidos tres arcos y las detalladas tallas que la adornan. Observe estas notables características, ya que representan el rico legado histórico y arquitectónico de la ciudad.
Imagínate paseando por la antigua ciudad de Hierápolis y cruzando la Puerta de Frontino. Esta puerta, llamada así en honor al gobernador romano Sexto Julio Frontino, data del siglo II d. C. Al contemplarla, imagina a los soldados romanos que custodiaban esta entrada. La puerta era una parte crucial de las murallas defensivas de la ciudad. Dedica un momento a explorar sus ruinas y maravíllate con los complejos sistemas defensivos construidos por los antiguos romanos.
Ahora, dirígete a la Puerta Bizantina Norte. Esta puerta medieval es otro testimonio de la rica historia de Hierápolis. Construida durante el período bizantino, refleja la función de la Puerta de Frontino: proteger la ciudad de los invasores. Mientras exploras, visualiza a los guardias bizantinos que antaño vigilaban aquí. La estructura de la puerta, parte de las formidables murallas defensivas de la ciudad, ofrece una visión de la proeza arquitectónica de la época.
Al visitar el Teatro Antiguo de Hierápolis, se adentrará en un remanso de historia que se remonta al siglo II a. C. Este teatro, extraordinariamente bien conservado, llegó a tener capacidad para 15 000 espectadores. Imagínese entre la multitud, contemplando una vibrante mezcla de obras de teatro, música y danza.
Recuerden, los griegos fundaron Hierápolis en el siglo VII a. C. y posteriormente se convirtió en una próspera colonia romana. Esto convirtió a la ciudad en un punto crucial en las rutas comerciales de Oriente y Occidente. Casi se puede sentir la energía de los innumerables viajeros que debieron reunirse en este teatro.
Al mirar a su alrededor, notará el diseño único del teatro. Está construido en una ladera y cuenta con tres niveles de gradas. Al pie de la colina, el escenario está enmarcado por un pórtico con elegantes columnas. Imagine a los artistas y al equipo entrando y saliendo ajetreadamente de las salas tras el escenario.
Al explorar, descubrirás que el acceso es limitado. Solo se puede descender a las primeras filas de asientos, y no se permite acercarse al escenario principal. ¡Quizás te apetezca verlo de cerca! Pero aquí tienes un dato curioso: aunque el escenario se mantiene principalmente original, las estatuas que ves son réplicas. Las esculturas originales ahora se encuentran en el Museo Arqueológico de Hierápolis, convenientemente ubicado en el mismo lugar. Este museo ofrece otra perspectiva sobre la rica historia del teatro y de la ciudad misma.
Imagina que recorres la Necrópolis de Hierápolis. Inmediatamente te sorprenderán sus notables características arquitectónicas y las intrincadas decoraciones que adornan numerosas tumbas. Imagínate: tumbas excavadas directamente en formaciones rocosas naturales, cada una con su ornamentada fachada. Al explorar, verás relieves detallados que capturan escenas de la vida cotidiana, junto con historias mitológicas y símbolos religiosos.
Preste especial atención a algunas de las tumbas más famosas, como la Tumba de los Gladiadores, el Sepulcro de las Cortesanas y la Tumba de Flavio Zeuxis. Cada una tiene su historia y significado artístico únicos.
Recuerda que esta parte de Hierápolis es extensa y se extiende cuesta arriba. Así que, si planeas adentrarte en estas maravillas históricas, lleva suficiente agua. Y, si visitas durante el verano, una sombrilla para protegerte del sol será tu mejor aliada en el calor. Este viaje no es solo un paseo por ruinas antiguas; es un viaje al pasado.
Estás explorando el Martirio de San Felipe, un lugar lleno de historia y significado religioso, en la antigua ciudad de Hierápolis, hoy parte de la actual Turquía. Imagina estar donde San Felipe, uno de los doce apóstoles de Jesús, fue martirizado en el siglo I d. C. Este lugar sagrado, encaramado en una ladera, ofrece una vista de la ciudad antigua.
Aquí encontrará una pintoresca capilla y una misteriosa cámara subterránea. Se dice que esta cámara alberga el lugar de descanso final de San Felipe. Al pasear por este venerado lugar, sienta el peso de siglos de fe e historia a su alrededor.
Al visitar el Museo Arqueológico de Hierápolis en Hierápolis-Pamukkale, una antigua ciudad famosa por su impresionante colección de estatuas, le espera una enriquecedora experiencia museística, con la guía de expertos. Este museo exhibe con orgullo una vasta colección de artefactos de Hierápolis y otros importantes yacimientos arqueológicos de la región. Estos tesoros fueron desenterrados durante excavaciones a finales del siglo XIX y principios del XX, y muchos de los hallazgos más notables se encuentran ahora en el museo.
Al explorar el museo, descubrirá una impresionante colección de estatuas que representan a diversos dioses y diosas, cada una contando su historia de antiguas creencias y arte. Además, el museo exhibe varias losas de piedra con inscripciones, que ofrecen una visión de la rica historia y el lenguaje de la época.
Una de las exposiciones más destacadas que no debe perderse es la colección de termas romanas. Estas termas eran más que simples lugares de baño; eran centros de sanación y socialización en la sociedad romana. El museo va más allá de exhibir artefactos de interior. Salga al jardín, donde encontrará una variedad de plantas esenciales para la medicina tradicional en la antigüedad.
Imagina estar al borde de la Puerta del Diablo de Plutón, bajo el Templo de Apolo. Bajo tus pies, profundas fallas liberan gases tóxicos, mortales si la exposición es prolongada. Imagina esto: antiguos sacerdotes de Hierápolis proclamando este mismo lugar como la entrada al inframundo. Se aventuraban en las zonas tóxicas del templo, sin respirar los gases letales, todo para demostrar su conexión divina con los ciudadanos atónitos.
Adelantándonos al día de hoy: ¿ves esa escultura de Plutón? Es una adición reciente a las últimas renovaciones. Pero no dejes que eso le reste atractivo: sigue siendo un lugar excelente para admirar.
Al explorar el antiguo Templo de Apolo en Hierápolis, se adentra en una pieza histórica y de gran importancia religiosa, enclavada en la actual Turquía. Este templo, dedicado a Apolo, dios griego de la luz y la música, se construyó inicialmente durante el período helenístico. Al recorrerlo, imagine las diversas fases de renovación y ampliaciones que experimentó durante la época romana.
No era un templo cualquiera; era un importante centro de culto en la región, famoso por su impresionante arquitectura y sus intrincadas decoraciones. Al contemplar las vistas, no solo se ven piedras y columnas; se presencia una historia de devoción y arte que se extiende a lo largo de siglos.
Al visitar los Baños de la Basílica, se adentra en un momento crucial de la historia de Hierápolis. Imagínese en un vibrante centro de vida social y cultural, donde el complejo termal no era solo un lugar de relajación, sino un testimonio de notables proezas arquitectónicas y de ingeniería.
Al pasear por los restos de este gran complejo, imagine la gran piscina central que antaño dominaba la zona, rodeada de varias piscinas más pequeñas. Piense en los vestuarios donde se reunía gente de todos los ámbitos y en el intrincado sistema de calefacción que fue una maravilla de su época.
Lo que queda hoy son las ruinas que permiten vislumbrar la avanzada ingeniería y la proeza arquitectónica de los antiguos romanos. Es más que simples ruinas; es un portal a la vida cotidiana y las tradiciones de quienes vivieron en la antigua ciudad de Hierápolis. Cada piedra y fragmento narra la historia de un pasado vibrante, brindándote una oportunidad única de conectar con la historia.
Quizás hayas oído hablar del exclusivo balneario de Cleopatra, la Piscina Antigua de Hierápolis. Imagina a la propia Cleopatra evitando a las multitudes para sumergirse en estas aguas termales dentro de un templo dedicado a Apolo. Trágicamente, un terremoto demolió el templo, pero el histórico y terapéutico baño sigue en pie. Imagina antiguas columnas descansando en el fondo de la piscina.
Aunque la Piscina Antigua está llena de historia, se ha convertido en un atractivo turístico. Probablemente te encontrarás con grandes grupos disfrutando de las aguas termales. Si te interesa experimentarlo, intenta visitarlo temprano para evitar las multitudes. Recuerda que es más una atracción turística que un sitio histórico.
Recuerda que si decides entrar a la Piscina Antigua habrá un coste extra de 100 Liras.
Al planificar su viaje a Hierápolis, sus gastos dependerán de cómo le guste viajar, dónde prefiere alojarse y la duración de su visita. Analicemos lo que podría esperar gastar:
¿Planeas visitar las ruinas de Hierápolis en Turquía? Dada su inmensidad e importancia histórica, es fundamental dedicar tiempo suficiente para apreciar el sitio en su totalidad. Al explorar Hierápolis, uno de los sitios arqueológicos más importantes de Turquía, descubrirás que caminar entre algunos de los principales lugares de interés puede llevarte unos 45 minutos. Para sumergirte en la atmósfera y explorar las ruinas a fondo, podrías pasar más de dos horas paseando por esta zona de gran riqueza histórica. ¡Asegúrate de dedicar tiempo suficiente para empaparte de la historia y la belleza de Hierápolis!
Encontrarás cómodas taquillas en las piscinas termales de Pamukkale, disponibles por un precio razonable, para guardar tus pertenencias de forma segura. Así no tendrás que cargar con todo. Para disfrutar de una experiencia placentera en las piscinas, lo mejor es dejar el trípode en el hotel, ya que no está permitido, y llevar solo lo esencial en una bolsa impermeable.
Asegúrate de llevar gafas de sol, protector solar y bastante agua. En Pamukkale puede hacer bastante calor durante el verano, y lo último que quieres es sufrir quemaduras solares o deshidratarte durante tu visita. Además, ten en cuenta que tendrás que caminar descalzo por las piscinas para evitar daños, así que lleva calzado adecuado, como chanclas, que puedas ponerte y quitarte fácilmente.
Y si te apetece darte un chapuzón en la Piscina de Cleopatra (que tiene un coste adicional pero es muy recomendable), no olvides llevar el bañador, una toalla y una muda de ropa, por si acaso.
Al visitar Pamukkale, se adentra en una de las atracciones más populares de Turquía. Es un lugar repleto de visitantes, especialmente durante la temporada alta de verano, de junio a agosto. Prepárese para las multitudes.
Al pasear, te darás cuenta de que las piscinas son los principales puntos de encuentro de la mayoría de la gente. Pero te doy un consejo: si quieres conseguir una foto digna de Instagram, acércate a los bordes. Allí encontrarás rincones más tranquilos, perfectos para capturar tanto las impresionantes vistas como la serenidad del ambiente. Es un pequeño secreto que puede hacer tu visita aún más memorable.
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